¿Te abrigas cuando acabas de correr?
No se tú, pero cuántas veces me ocurre que después de un entrenamiento o competición, tengo la mala costumbre de no quitarme la ropa sudada y rápidamente abrigarme. Cuando terminas tu sesión de trabajo, está claro que te sientes en un momento “zen” de subidón y no te das cuenta de nada. Sin embargo las consecuencias de no abrigarte pueden ser perjudiciales para tu próximo entrenamiento o las próximas horas.

1. Evitar lesiones musculares y posibles calambres.
Cuando acabamos la sesión de entrenamiento los músculos están calientes y flexibles debido al flujo de sangre y oxígeno que reciben durante el esfuerzo. Cuando el ejercicio termina y el cuerpo se enfría, se produce un vasoconstricción, en el que los vasos sanguíneos se estrechan y disminuyen el flujo de sangre y oxígeno en los músculos. Esto provoca una disminución de la temperatura del músculo y mayor rigidez en los músculos.
Al comenzar el siguiente ejercicio, independientemente de que lo hagas 24 horas después, el riesgo de lesión es mayor y aunque no te lesiones (de lo cual me alegro), tus piernas pueden estar más doloridas.
Así que por favor ten preparada ropa seca para taparte y de esta forma reducirás el riesgo de lesión.
2. Favorecer la recuperación
Al mantener una temperatura corporal adecuada después del entrenamiento, el cuerpo puede recuperarse más rápidamente y estar listo para el próximo entrenamiento, de lo contrario tu recuperación se retrasará.
3. Provocarte menos fatiga
La exposición al frío después del ejercicio puede provocar fatiga y reducir el rendimiento físico en el futuro. Y esto debido a que puede provocar una disminución en el flujo sanguíneo y oxigenación de los músculos, como hemos dicho anteriormente y por tanto provocar una acumulación de deshechos como el ácido láctico. También una bajada de temperatura de nuestro cuerpo puede provocar una respuesta del sistema nervioso simpático, que es responsable de la liberación de hormonas del estrés, como el cortisol y la adrenalina. Estas hormonas pueden aumentar la frecuencia cardiaca y la presión arterial, lo que puede provocar fatiga y cansancio.
4. Dificultar la hidratación
Quedarnos frios despues de entrenar puede tener como consecuencia una mala hidratación, ya que nuestro cuerpo durante el esfuerzo pierde agua y electrolitos a través de sudor y por tanto si acabamos de entrenar, no nos abrigamos bien, nuestra temperatura corporal puede disminuir, lo que hace que la sensación de sed también disminuya y nos haga propensos a tomar menos líquidos.
También nuestra circulación sanguínea puede disminuir, lo que hace más difícil a nuestros órganos absorber los nutrientes y el agua que necesitan para funcionar correctamente
5. Proteger el sistema inmunológico
Al igual que antes hemos comentado que la bajada corporal de temperatura de nuestro cuerpo puede hacer trabajar a las hormonas del estrés, con el sistema inmunológico pasa lo mismo. Nuestro cuerpo libera cortisol y la adrenalina para tratar de aumentar la temperatura corporal y mantener el equilibrio interno.
El exceso de estas hormonas puede hacer que nuestro sistema inmunológico sea atacado y por tanto puede hacernos más susceptibles a enfermedades e infecciones.
6. Prevenir una hipotermia
La hipotermia es una condición peligrosa que puede ocurrir cuando el cuerpo se enfría demasiado rápido después del ejercicio. Esta razón, sería muy válida en muchas ocasiones o lugares donde la temperatura es extremadamente baja. Pero ten en cuenta que puede ser una posibilidad.
7. Sentirte incomodo
El quedarse frío después de entrenar puede hacernos sentir una sensación de incomodidad porque cuando nuestro cuerpo se enfría, se reduce la circulación sanguínea en la piel y los tejidos superficiales, lo cual nos hará sentir frío y escalofríos.
Otro aspecto de incomodidad a tener en cuenta es que cuando acabamos de entrenar nuestra ropa está mojada por el sudor y esto hace sentirnos también incómodos.

Por favor tapate despues de entrenar
En resumen, abrigarse después de entrenar no es una simple cuestión de comodidad, sino que como hemos visto, es crucial para evitar lesiones, mejorar la recuperación y prevenir la fatiga y el dolor muscular. Asegúrate de mantener una temperatura corporal adecuada y siempre lleva contigo
una chaqueta o cual ropa de abrigo para cubrirse. Ten en cuenta que esta acción puede ser clave para tu próximo entrenamiento.